El negocio bancario español asume desde hace años que cualquier tiempo pasado fue… anterior. Ni mejor ni necesariamente peor. Con humor y escepticismo, los profesionales de la banca tradicional atisban un futuro cada vez más abierto a decenas de nuevos jugadores. Lo que parecía un coto cerrado para unos pocos acoge estos días a empresas de todas las procedencias, algunas de ellas advenedizas a la caza de fortuna, pero también a muchas compañías convencidas del poder de la diversificación.
Fuente: www.eleconomista.es 15-11-2020