A partir del 29 de enero en las carreteras convencionales con un carril para cada sentido y sin separación física tendremos que reducir la velocidad de 100 a 90 kilómetros por hora, a pesar de que su arcén sea de más de 1,5 metros como hasta ahora. El cambio del Reglamento de Circulación promovido por la DGT pretende rebajar los accidentes en estas carreteras bajando la velocidad.

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